¿Es arte conceptual o la culminación del realismo?
* editorial Pr0testa
HOMENAJE: LILIANA MARESCA
La Sastrería “Recolecta”, presente en la colección de Pr0testa "Nostalgia de futuro" (2021/22), toma el nombre de la exposición que Liliana Maresca hizo en el Centro Cultural Recoleta en 1990, y lleva intervenida con pincel el texto curatorial que escribió Fabian Lebenglik para la muestra; que tenía como motivo central un carrito de cartonero tomado de la realidad.
“Tiemblan los propietarios por la proliferación incontenible del cirujeo. Pero este lumpen en ascenso es el protagonista de la nueva argentina
Las últimas categorizaciones teóricas que hablaron de vocación del fragmento y del reciclaje, no hacen otra cosa que aludir al populoso ejército crepuscular de cartoneros que se ocupa de darle destino económico a las quince mil toneladas diarias de basura que desechan el conjunto de los hogares nacionales.
Los cirujas no solo se hacen cargo de la basura de los otros, también de su clasificación. En su carro viaja el cosmos, el orden riguroso de los restos, los cartones, las maderas, los fierritos y latas, las botellas y alambres, las revistas. Nada de comida llevan en su carros, porque de ella ya dieron cuenta en la bacanal familiar que precede al acto profesional mismo que es el momento de la recolección.” Texto escrito en la “Sastrería Recolecta” colección Nostalgia de Futuro ’22 - Pr0testa 2021
Liliana Maresca (1951/ 1994) fue una artista multidisciplinaria de la generación de artistas del Centro Cultural Rojas y del Recoleta de los ’80: realizó acciones, performances, objetos e instalaciones. La vuelta de la democracia se manifestaba en la escena creativa del momento con efervescencia y Maresca organizaba eventos multitudinarios donde confluían decenas de otros artistas a manifestarse en un proyecto en común - La Conquista (1986) & La Kermesse (1987)- Buscó relacionarse con su contexto político, con obras como “El carro” (“Recolecta” 1990) donde se adelantaba varios años a la realidad social que vivió el país durante el proceso neoliberal del menemato tiempo mas tarde.
Las últimas categorizaciones teóricas que hablaron de vocación del fragmento y del reciclaje, no hacen otra cosa que aludir al populoso ejército crepuscular de cartoneros que se ocupa de darle destino económico a las quince mil toneladas diarias de basura que desechan el conjunto de los hogares nacionales.
Los cirujas no solo se hacen cargo de la basura de los otros, también de su clasificación. En su carro viaja el cosmos, el orden riguroso de los restos, los cartones, las maderas, los fierritos y latas, las botellas y alambres, las revistas. Nada de comida llevan en su carros, porque de ella ya dieron cuenta en la bacanal familiar que precede al acto profesional mismo que es el momento de la recolección.” Texto escrito en la “Sastrería Recolecta” colección Nostalgia de Futuro ’22 - Pr0testa 2021
Liliana Maresca (1951/ 1994) fue una artista multidisciplinaria de la generación de artistas del Centro Cultural Rojas y del Recoleta de los ’80: realizó acciones, performances, objetos e instalaciones. La vuelta de la democracia se manifestaba en la escena creativa del momento con efervescencia y Maresca organizaba eventos multitudinarios donde confluían decenas de otros artistas a manifestarse en un proyecto en común - La Conquista (1986) & La Kermesse (1987)- Buscó relacionarse con su contexto político, con obras como “El carro” (“Recolecta” 1990) donde se adelantaba varios años a la realidad social que vivió el país durante el proceso neoliberal del menemato tiempo mas tarde.
Texto completo de la “Exposición 'Recolecta'” por Fabian Lebenglik
“Tiemblan los propietarios por la proliferación incontenible del cirujeo. Pero este lumpen en ascenso es el protagonista de la nueva Argentina.Las últimas categorizaciones teóricas que hablan con devoción del fragmento y del reciclaje, no hacen otra cosa que aludir al populoso ejército crepuscular de cartoneros que se ocupa de darle destino económico a las quince mil toneladas diarias de basura que desecha el conjunto de los hogares nacionales.
Quisiera Liliana Maresca cambiar el patriótico gorro frigio por otro no menos patriótico carrito, de tracción a sangre, como los que usan los cirujas urbanos. Pero es una artista y trabaja con el artificio.
El objeto que fabrica la escultora es obviamente el más acabado símbolo argentino. Y sus modelos a escala, espléndidos souvenirs.
El carrito es también fuente de deseos y ruegos al dios privado de los cartoneros. Un gigantesco exvoto para agradecer la basura recibida y pedir que nunca se acabe.
Luego vendrá la crítica de arte para decir que los artistas trabajan siempre con desperdicios, con los restos (de la cultura); que no hacen más que buscar un nuevo orden, o un nuevo caos.
Precisamente, aquí viene Maresca a cumplir con los deberes del arte. Los cirujas también se hacen cargo de la basura de los otros, de su clasificación, de la pulcra taxonomía. En el carro que transportan viaja el cosmos, el orden riguroso de los restos, los cartones, las maderas, los fierritos y latas, las botellas y alambres, las revistas. Nada de comida llevan en su carro, porque de ella ya dieron cuenta en la bacanal familiar que precede al acto profesional mismo que es el momento de la recolección.
– ¿Arte conceptual?
– La culminación del realismo.”
Comentarios
Publicar un comentario